El diagnóstico facial consiste en la evaluación de la piel de nuestro rostro, donde podemos conocer sus niveles de hidratación, elasticidad, el estado de los poros, pigmentación, textura, arrugas y sensibilidad. Los diagnósticos de la piel se realizan antes de comenzar cualquier tratamiento facial o recomendar un producto cosmético, para saber exactamente qué necesita cada piel.
Con esto conseguimos personalizar los tratamientos faciales y hacer una recomendación de productos cosméticos perfecta para nuestros clientes, ajustándonos al 100% a la necesidad de cada piel.